Hace un buen día para ponerme a recordar lo acontecido en mi vida en el transcurso de las últimas horas.

Los gorriones, revolotean jugando ente los árboles con un cortejo propio de la primavera. Sus alas, están humedecidas; la lluvia se ha encargado de ello. En la calle, unos niños se dedican a pisar charcos exclamando a gritos la alegría que produce hacer algo prohibido, sus madres les llaman la atención sin mucho éxito.

El resto del vecindario todavía no se ha despertado, es domingo.

La vida está hecha de pequeños detalles que pasan desapercibidos ante nuestros ojos. Me paro a observarlos detenidamente, y descubro un sinfín de bellezas que hasta ahora habían pasado totalmente desapercibidas.

Como leí en cierta ocasión, “no esperes a disfrutar de las rosas del mañana, párate a contemplar las pequeñas flores que aparecen hoy en tu ventana”. Es lo que intento hacer cuando consigo extraer unos minutos de mi tiempo.

Esa paz ha hecho que recuerde una mirada, la de Marc. Un niño extraordinario, especial. Ha sido un fin de semana en el que hemos podido aportar un granito de arena a los que realmente lo necesitan,  hemos estado más cerca de ellos, y nos hemos dado cuenta de que nuestras quejas diarias con tonterías no son justas. Ojalá estas palabras sirvan para que valoréis más la vida, y lo afortunados que somos la mayoría de nosotros.

Os hablaré de Marc, ese niño tan especial que os he nombrado hace un momento. Con tan solo 12 años ha sufrido mucho, pero no pierde nunca la sonrisa. Lo acababa de conocer, me presenté, le dí dos besos y la criatura respondió con un suspiro y una expresión de admiración y alegría al verme; María Mod, la “top model”, exclamó él. No pude más y ante tanta inocencia exclamé una sonrisa.

Qué bonita es esa ilusión, esa carita. Siempre te recordaré. Tu forma de apretarme la mano, no querías que me fuera. Nos hicimos unas fotos, sonreías de nuevo. Un niño con una ternura y un brillo en los ojos, inigualable. Un niño feliz. Importante el papel de su madre, Montse, una luchadora nata que desde el momento del parto tuvo que sacarlo adelante luchando contra toda las clase de adversidades. Una madre coraje, trabajadora, estudiosa, guapa, y enérgica, a la cual le ha tocado una lotería dura, y no precisamente fácil, luchar y sacar adelante a este angelito.

Marc, y Montse, os habéis ganado nuestro corazón. Y por ello quisimos colaborar en vuestro evento asistiendo de público a un espectáculo cuidado organizado por Francisco Moreno, al cual debo mencionar porque sin él todo esto no se habría llevado a cabo (para que luego digamos que no queda gente buena). Muchos artistas actuaron de forma desinteresada, con la finalidad de recaudar dinero y así Marc pueda comenzar a andar, y disfrutar de una silla nueva. 

Fue un acto muy emotivo¸ con momentos muy divertidos. La familia de Marc le apoyaba en todo momento en primera fila, sin perder detalle.

Todo esto aconteció el sábado, pero debo nombrar también un acto al que tengo mucho cariño y que no suelo perderme desde hace tres años, la Gala para recaudar fondos para la Parroquia del Carmen. El Auditorio, en viernes, casi todas las localidades llenas. Con un teatro Lírico de Zaragoza (en el cual tengo la suerte de ser componente) hizo las delicias con sus preciosas voces a los allí presentes. Acompañados de  la orquesta maravillosa de Félix Tallada. Un evento precioso e inolvidable, con unas voces impresionantes, acordes, templadas, con desparpajo a la hora de actuar y como no, con un cariño y sentimiento que fue transmitido en altos niveles.
Fue una actuación emotiva, y espero que gracias a ella, se consiga dar de comer a muchos de nuestros pobres, entre otras finalidades.

Por todo esto, quiero deciros que, “GRACIAS A LA VIDA, QUE ME HA DADO TANTO…” (Reflexión)

Felices y dulces sueños

Y un abrazo de oso, muy tierno.