Hoy es un día muy especial, alguien se ha encargado de que lo fuera, EL DÍA DEL BESO. Aunque sería bonito que inventaran también el día del abrazo, ya que las propiedades terapeúticas de ambos son extremadamente beneficiosas. Es un ejercicio que no cansa, al contrario, es sano, saludable y para nada agotador.


Los hay de diferentes maneras: 

Besos dulces, fríos,  afrutados, mentirosos, cariñosos, sus múltiples variedades hacen que todos los busquemos, pero están muy cotizados. A veces incluso mal vistos. Espero que por lo menos este homenaje sirva para darle una mayor naturalidad y todos practiquemos un poquito más. A besar se ha dicho.

Desde aquí os mando algunos de ellos y os deseo muy buenas noches.

¡MUACKSSSSSSS!









Os dejo con un poquito de romanticismo anónimo:

“Tres días llevaba sin contemplar tus ojos. Tres días que me han parecido tres años.

Me moría de ilusión por verte

Al salir de casa solo pensaba en que aparecerías, en coincidir de nuevo contigo. Sonriente, eternamente bella. Incluso he imaginado como sería despertar una mañana y tenerte a mi lado. No creo que haya felicidad mayor que contemplarte aún dormida, a mi lado, sueño con ello. Poder acariciarte suavemente y verte despertar poco a poco con esa sonrisa que me enamora….

Esperándote y mirando continuamente el reloj, viéndolo correr se me hizo eterno, pensando una y mil veces, que no aparecerías nunca hasta que en ese momento te he visto, de lejos, con tu paso firme, estiloso, con prisa, casi sin fijarte en mí. Maquillada y con tu melena rubia al viento, dispuesta para afrontar un estupendo día de trabajo. Se te ve feliz.

Mi corazón ha dado un vuelco, me he puesto nervioso. No lo puedo evitar por más veces que te vea, siempre los mismos nervios. Mis ojos azules no se atreven a mirar a los tuyos, hermosos, maravillosos, capaces de trastornarme y llevarme a la locura de amor por tí.

Sólo dos palabras

Te amo (en silencio)»