COMENZANDO EL 2022 Y AVENTURAS DE PENÉLOPE GLAMOUR

!Muy buenas noches!

¿Cómo estáis joyitas? Cómo han ido las Navidades?

Mi deseo es que hayáis disfrutado mucho. Han transcurrido unos días del mes de enero, así que espero que todo vaya «viento en popa» para todos.

Os contaré que antes de coger de nuevo el Covid…, y pasar otra vez la Nochebuena y Navidad en casa solita, estuve en Sevilla. Disfruté mucho, como siempre lo hago cuando voy a esa ciudad preciosa, donde el calor de sus habitantes se transmite.

A parte de disfrutar de nuevo, junto a mis amigas Maria José y Susana, haciendo turismo, y de la gastronomía, aprovechamos para conocer el pueblo dónde nació mi mami. Por cierto, muy agradecida a Francisco (pariente lejano de mi madre) por enseñarnos tan bien Estepa. Una maravilla coincidir de nuevo con mi amiga Pilar, conocer a Carmen, y emoción al conocer a Carlos de Master Chef, seguramente lo conoceréis por los programas de TV en que ha participado. Estuvimos en la inauguración de su bar, «La Palapa», una réplica en pequeñito de su experiencia marcada en la Isla de los Famosos. Allí, mis amigas y yo, nos juntamos con amigas que viven en Sevilla, (aunque la mayoría no han nacido allí) y pasamos una tarde super agradable. Carlos Alba, nos contó sus experiencias en los dos concursos que ha participado. Una persona noble, muy trabajador, y un buen cocinero. Os dejo un video que grabamos juntos:

Esta noche, os dejo otra aventura de la tremenda Penélope Glamour…

PENÉLOPE GLAMOUR:

Penélope vuelve al trabajo después de sus vacaciones.

Lunes por la mañana, y como ya sabéis, a Penélope le cuesta levantarse, no es nada nuevo…Ha pasado muy mala noche, desvelada por su «vuelta al trabajo». Con un buen desayuno intenta despejarse, su tostada con aceite y azúcar y su vaso colmado de leche sin nada.

Día 3, recuerda que tiene médico, una revisión rutinaria, y debería de prepararse algo de comer para almorzar a media mañana…Penélope enciende el tostador, saca de la nevera pan de molde, jamón trufado y unta para que esté mucho más esponjoso el pan con aceite y tomate. Le queda tan rico, que casi le dan ganas de comenzarlo. Lo envuelve en papel de aluminio y al bolso.

Termina de arreglarse, maquillarse y vestirse, y se dirige a la parada del tranvía. Siempre a la misma hora, casi siempre coincide con las mismas personas…

Al llegar al trabajo, se da cuenta de que no tiene nevera y no puede guardar su sándwich para que se conserve. Así que, decide dejarlo en la ventana que tiene a su derecha, para que esté un poquito más fresquito.

La mañana transcurre de forma rápida, debido al exceso de trabajo y se va a su visita médica. Todo está en orden, así que vuelve de nuevo a su puesto de trabajo, con muchas ganas pensando en su estupendo bocadillo que le espera. Al llegar, ocurre algo sorprendente e inimaginable, no se lo podía creer. !El sándwich, había desaparecido! Sus compañeros la miraban con incredulidad al preguntarles por dicho bocadillo, dudaban incluso de la veracidad del tema, haciendo preguntas para confirmar si verdaderamente lo había dejado allí.

A Penélope, se le hacía la boca agua, pensando en su estupendo sándwich, no podía creer lo que había ocurrido. Un bocadillo que pesa, lo dejó en la ventana y…desaparece??. Sin dejar de pensar en él, baja al bar y compra un pequeño mini de tortilla. No era lo mismo pero le quitaría el hambre igual. Continúa trabajando y cuando llega la hora de irse, en la entrada de su oficina, comienza a hablar con la guarda de seguridad. Rosa, rodeada de televisiones por todo, saluda a Penélope y charlan durante un minuto cuando, de repente, Penélope puede ver en una de las televisiones de control del edificio, que un grupo de palomas, en medio de la calzada picotean algo brillante, parece papel de aluminio. No consigue alcanzar con la cámara lo que puede ser…. Penélope, sale corriendo del edificio y cuando llega al papel albal consigue ver todavía, a una paloma que no se asusta con su llegada y continúa «a lo suyo»….mmmmm…..Penélope, no podía creerlo, su bocadillo, había sido robado por algún ave grande y las palomas estaban haciendo buen uso de su sándwich. Penélope, sonrió…y con rostro divertido continuó el camino hacia casa, incluso hizo una fotografía a dicha paloma que posó para ella con toda su chulería.